Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo


La Sagrada Efigie de Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo es una talla de tamaño natural que representa a Jesucristo como Varón de Dolores en el momento de Su Pasión recogido por el evangelista San Juan (19, 4-5) cuando fue presentado al pueblo por Poncio Pilatos, coronado de espinas, con clámide y caña a modo de cetro. La imagen, tallada en madera de pino y cedro con ojos de cristal, está atribuida al imaginero de la escuela sevillana José Montés de Oca, que dejó una destacada producción en la ciudad de Cádiz, con imágenes como la Virgen de los Dolores fundacional de la Venerable Orden Tercera Servita, el apostolado del retablo mayor de la parroquia de San Lorenzo, los relieves de los altares de la Anunciación y de la Adoración de los Reyes Magos en el Oratorio de San Felipe Neri, o la Inmaculada Concepción y los ángeles lampadarios que actualmente se encuentran en la iglesia de la Conversión de San Pablo, procedentes del extinto convento de los Descalzos. Dicha atribución se realizó a partir de un análisis morfológico de la imagen cuyos grafismos responden por completo a las características escultóricas y estéticas del imaginero sevillano.


La portentosa imagen de Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo presenta anatomía completa a excepción de la perizoma. La cabellera de Nuestro Sagrado Titular se presenta alzada produciendo una cavidad concebida para colocar el manto, cayendo así sobre sus hombros. La corona de espinas es factura exenta tallada en madera de pino por Don José Miguel Sánchez Peña, quien restauró a Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo en 1986, tras el incendio producido en nuestra sede canónica, la iglesia de la Conversión de San Pablo.


Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo procesiona la tarde del Martes Santo luciendo un manto de terciopelo bordado en oro de grandes dimensiones, signo distintivo de la representación iconográfica de este Ecce-Homo gaditano. Además, en el paso de misterio es acompañado por Poncio Pilato en actitud de presentarle al pueblo y un soldado romano.  Ambas imágenes, de mediados del siglo XVIII, están talladas en madera y policromadas, proceden del desaparecido convento de los Descalzos, clausurado en la desamortización de Mendizábal (1836). Se le atribuye una iconografía original próxima a la orden franciscana, totalmente desdibujada tras cuantiosas intervenciones y modificaciones, la última de ellas en 1994, a cargo del imaginero gaditano Luis González Rey, que le confiere su aspecto actual.




Comentarios

Entradas populares