María Auxiliadora en San Pablo


 María Auxiliadora Coronada, que recibe culto en su santuario de Cádiz.

Hace pocos días la Iglesia celebraba el día consagrado a María como Auxilio de los Cristianos. Numerosos santos y papas han invocado a Nuestra Señora bajo este título, que viene recogido como una de las letanías del Santo Rosario. Pero sin duda, el gran propulsor de esta devoción fue San Juan Bosco, fundador de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, más conocida como los “salesianos”. Esta congregación dedicada a la formación cristiana y profesional de los jóvenes llegó a Cádiz en 1904 de la mano de Doña Ana de Viya y Jáuregui, apoyada por Don Félix Soto, a la sazón canónigo de la Cabildo catedralicio de Cádiz, después de visitar a Don Bosco en Valdocco. 

Doña Ana de Viya y Jáuregui, fundadora del colegio salesiano de Cádiz.

Con los salesianos llegó a nuestra ciudad la entrañable devoción a María Auxiliadora. El Cádiz de aquel entonces se circunscribía al límite de sus murallas, a excepción del barrio de San José Extramuros, donde se levantó el colegio salesiano con su capilla presidida por la Virgen de Don Bosco. Esta ubicación quedaba muy retirada para la mayor parte de la población gaditana, por lo que, tras la llegada de los salesianos a Cádiz, se levantó un altar a María Auxiliadora en lo que hoy llamamos el “casco antiguo”, en concreto en la iglesia conventual de San Francisco. La imagen se encargó a los talleres de Sarriá y fue instalada en un retablo neogótico en el lado de la epístola por iniciativa del matrimonio Álvarez Osorio.

Iglesia de San Francisco de Cádiz.

En 1921, la Asociación de Antiguos Alumnos salesianos, presidida por el Rvdo. P. Don Joaquín Esteban de Puelles y Espinosa de los Monteros, decidió cambiar su sede, despidiéndose de la comunidad franciscana que les había acogido desde 1904. La iglesia elegida para dar culto a la Virgen Auxiliadora fue nuestra sede canónica, la Iglesia de la Conversión de San Pablo. Así, el 24 de septiembre de 1921, la imagen de María Auxiliadora quedaba instalada en un altar de estilo neogótico, situado en el tercer arco del lado del Evangelio. Actualmente se encuentra en este lugar la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y el cuadro de la Virgen de la Novena; fue en esta misma ubicación donde recibieron culto los Titulares de nuestra cofradía hermanada del Descendimiento durante su estancia en la Iglesia de la Conversión de San Pablo debido a las obras efectuadas en la Parroquia de San Lorenzo. 

Altar a María Auxiliadora en la Iglesia de la Conversión de San Pablo.

Durante los siguientes años, la Asociación de Antiguos Alumnos de Cádiz interior se reunieron en la Iglesia de la Conversión de San Pablo, donde celebraban sus cultos y sobre todo los 24 de cada mes donde, según la costumbre salesiana, tenían su encuentro especial con María Auxiliadora. La progresiva expansión urbana de Puerta Tierra permitió la unificación del núcleo de San José Extramuros y la ciudad amurallada, facilitándose la comunicación gracias a los medios de transporte; todo ello hizo innecesario la presencia de una imagen vicaria en el centro, centrándose el culto a María Auxiliadora en la iglesia del colegio salesiano, hoy santuario consagrado al culto de la Virgen de Don Bosco, la devoción de mayor arraigo en Puerta Tierra que fue coronada canónicamente por nuestro Obispo Emérito y Hermano Mayor Honorario Perpetuo de Nuestra Archicofradía, Don Antonio Ceballos Atienza el 8 de diciembre de 2007.

Agradecimientos

A Don Manuel Holgado García, historiador y director del Colegio Salesiano “San Ignacio” de Cádiz, que nos ha facilitado la documentación para la redacción de esta entrada.

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