El manto Yraola


Uno de los signos distintivos de la iconografía del Ecce-Homo gaditano es el conocido como Manto de Yraola que es encargado en 1910 por la la familia Yraola, siendo costeado en su totalidad por Doña María de los Ángeles Sáez de Tejada y Revello, viuda de José de Yraola, marino Capitán de Fragata. La citada señora era, además de hermana de la Archicofradía, feligresa de la Iglesia de la Conversión de San Pablo junto a toda su nutrida familia. Uno de sus hijos, José de Yraola Sáez de Tejada, burgués con múltiples negocios y cargos, era propietario de un taller de bordados en Cádiz. Además, era hermano de la Archicofradía y formaba parte de la Junta de Gobierno de la hermandad desde 1901, llegando a ser Priostre de la Archicofradía tras la muerte de Don Cayetano del Toro ya en 1915. La señora viuda de Yraola encarga el proyecto durante la priostria de Cayetano del Toro. La dirección del proyecto y su ejecución recaen en la bordadora María de los Ángeles Martínez de la Peña (1876-1958).



El taller de bordados elegido tanto para la adquisición de material de bordados, y la realización del mismo, es el de Quijano y Molina, Sobrino, comercio de galonearía, bordados, y ornamentos religiosos, situado a escasos metros de la Iglesia de San Pablo, con entradas por José del Toro, Ancha y Novena. Los propietarios del establecimiento pertenecían todos a la Archicofradía. El costo de todo el proyecto hace un total de 10.000 pesetas del año de 1910, lo equivaldría actualmente, incluyendo las variables de inflación, a unos 40.000 euros.


El manto fue terminado en enero de 1912, produciéndose su estreno el año siguiente, en 1913. El manto fue expuesto en la cuaresma de 1913 en el comercio de tejidos de los Hermanos Hervias, también hermanos y devotos, situados en la calle novena, donde actualmente existe una tienda de moda por frente a la famosa bombilla de Antonio Accame. Finalmente el esperado estreno del manto de Nuestro Padre Jesús del Ecce Homo se produjo el Viernes Santo de la Semana Santa de 1913, dentro de la Procesión del Santo Entierro, ya que las inclemencias del tiempo obligan a  posponer la salida a ese día dentro del cortejo de la cofradía de la Soledad.


Descripción

El manto de Yraola mide 2.73 metros de ancho y 3.35 metros de cola. Esta realizado con 25 metros de terciopelo de Lyon (denominado peluche) de de color burdeos de alta calidad, 100% algodón natural. En su parte posterior lleva un forro de seda granate. El bordado ocupa toda la superficie del manto y está ejecutado en realce en oro fino con predominio de la técnica de cartulina. El dibujo presenta una disposición peculiar ya que a primera vista parece asimétrico, aunque tiene una perfecta simetría en todos sus elementos, siempre partiendo del eje vertical desde el centro de la cabeza al centro de la cola del manto.


Iconográficamente están presentes diferentes elementos propios del bordado del romanticismo español, y en concreto de la Restauración Alfonsina. En él aparecen desde la característica  lazada de estilo imperio del que parte las nervaduras que estructuran el dibujo, pasando por hojas de cardos, flores de cardos, anemonas, nogal y encina. El conjunto está rodeado por un gran fleco de bolillas en forma de bellotas de hilo de oro y un calabrote de oro enriquecido con bolillas de oro fino y piedras nobles. Todos estos elementos componen un complejo programa iconográfico y catequético lleno de imágenes que sugieren diversos símbolos relacionados con la idea del pecado y la Resurrección. En la década de los años 60 del siglo XX el manto es restaurado por los talleres gaditanos de San Martín.


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